Gracias Dios por este nuevo día,
cuando despierto, ¡todavía estás conmigo!
“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;
pruébame y conoce los pensamientos
que me inquietan.
Señálame cualquier cosa en mí que te ofenda
Confío en ti Señor este día,
dame sabiduría para vivirlo
en tus propósitos y en tus pensamientos,
que pueda caminar en rectitud.
Te necesito Dios mío,
eres muy importante para mí.
Ayúdame a llevar este día en bendición
en cuidado de mi hablar y mi actuar,
que descanse en ti
que te honre en mi caminar.
(1) Salmo 139.
Por Mery Bracho